lunes, 3 de diciembre de 2012

Del Tribunal Constitucional y otras cosas



 
                 Felipe II en el banquete de los monarcas

Finales de verano en las playas de Almería. Días de mar y arena, de sol y paseos, de risas. Nuestro hijo corretea con el cubo de arena y las palas balanceándose en sus manos. Un señor, un huésped de nuestro hotel, comenta “que niño mas guapo”. El orgullo me infla como un pavo real. Una mujer se acerca a su oído y le dice algo. El señor vuelve a hablar “¡Ah! es el hijo de los maricones, ¿no?”

Algo se me revuelve. Me voy a incorporar. Mi hijo sale disparado, gritando, hacia el agua. Corro tras él, lo atrapo, lo lanzo hacia arriba. Ríe a carcajadas. Está feliz. Y yo me olvido al instante de un señor gris y oscuro.


Cada día, en casi todo el mundo, hay gente que se levanta y va a la calle sin saber si ese nuevo día serán acosados, perseguidos, puede que asesinados. Por ser diferentes. Hombres y mujeres discriminados, por sexo, color, orientación sexual o simplemente por casta o categoría social.

Hay noticias de Francia. Se prepara una Ley sobre el matrimonio que no discrimine a las personas por su orientación sexual. Algo que casi todos los países han rubricado al firmar la declaración de los Derechos Humanos, pero que pocos, a día de hoy, llevan a la práctica. Ser hipócritas es una característica de muchos dirigentes de nuestro mundo. Firmar una cosa, hacer otra.
En Francia han comenzado las manifestaciones contrarias a la nueva legislación. Partidos de derechas, la izquierda católica, ultramontanos... Incluso se manifiestan colectivos homosexuales contrarios al reconocimiento de la Igualdad.

Colombia. Dice la prensa: El senador del partido conservador, Roberto Gerlein, que lleva 40 años en el cargo, ha levantado una gran polémica a por sus declaraciones sobre las relaciones homosexuales, al afirmar, en medio de un debate sobre el matrimonio gay en el Congreso, que “merece repulsión el catre compartido por dos varones". "Qué horror”, añadió. “Es un sexo excremental y no puedo, me perdonan, convertirme en vocero de esa clase uniones que llevan a esa clase de excesos”. Debe ser horroroso, repugnante, levantarse y ver a este señor en el catre.

Andrea tenía 15 años y vivía en el sur de Roma. Andrea se ahorcó, en su casa, con su bufanda. Dicen que estaba enamorado, en secreto como suele ocurrir a esa edad, de una muchacha de su instituto, pero se burlaban de él, de su aparente homosexualidad. Su ropa de colores llamativos, sus pantalones rosas, el ser diferente le llevó al insulto. Cosas de la incultura. Ser  homosexual en la Italia de nuestros días, parece ser un baldón, una lacra, un delito. Muchos ignoran que la homofobia mata. Certera, eficaz, fría. La homofobia es una enfermedad.

Tonio Borg, el candidato del Gobierno maltés para el cargo de comisario de Sanidad y Consumo, aseguró en el Parlamento Europeo que mantendría sus convicciones —oposición férrea al aborto, al divorcio y a la equiparación de derechos para las parejas homosexuales—, pero que eso no le impediría respetar la legislación de cada país en materias tan sensibles. Menos mal. ¿O acaso se había planteado incumplir las leyes? Es mas, su obligación es defender y hacer cumplir las políticas de la eurocámara y en este sentido, en mayo de 2012, se emitió una resolución en la que los eurodiputados consideran que la UE debe ser un ejemplo en la lucha contra la homofobia y que se debe promover el matrimonio igualitario.


Ramón Rodríguez Arribas, miembro del Pleno del Tribunal Constitucional, ha emitido un voto muy duro a una sentencia que califica de “enrevesada y poco eufónica”. Una sentencia que realiza tal “filigrana” para definir matrimonio, que en su falta de concreción podría llegar a entenderse que permite, por ejemplo, la unión entre “un sobrino y un tío”.

Estupor. ¿Eso no estaba permitido?
Aquí hay que detenerse. Porque yo pensaba que, independiente de ideologías, los Jueces españoles intentarían aplicar las leyes y que lo harían en base a un nivel de conocimientos legales, éticos y culturales que sería vasto. Al parecer estoy equivocado.

La unión entre tío y sobrina o tía y sobrino, o primos, es algo más cotidiano de lo que este Juez piensa, del día a día y de toda la vida, señor mío. Parece desconocer la Historia de España más básica, y eso que hay ejemplos muy ilustres:

Felipe IV se casa en segundas nupcias con su sobrina Mariana de Austria, hija de su hermana María Ana, esposa del emperador Fernando III, primo de Don Felipe.

Felipe II casa en primeras nupcias con su prima hermana María Manuela de Portugal, con su tía María I de Inglaterra y su cuarto matrimonio fue con Ana de Austria, hija de su primo hermano Maximiliano II y su hermana María de Austria y Portugal. Era, pues, su sobrina por partida doble.

Carlos I se casa con su prima Isabel de Portugal.

Fernando VII casa con su prima María Antonia de Nápoles, su sobrina Isabel de Braganza, Infanta de Portugal, hija de su hermana mayor Carlota Joaquina, y su cuarto matrimonio, que los hay redundantes, fue con otra de sus sobrinas, María Cristina de las Dos Sicilias, hija de su hermana menor María Isabel de Borbón.

Memorable es también el casorio de Isabel II. Un matrimonio con su primo, el infante don Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz. Los cónyuges eran primos carnales por vía doble, pues el padre de él, el infante Francisco de Paula, era hermano de Fernando VII, mientras que su madre, Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, era hermana de la regente María Cristina.


Eso si, en estos matrimonios, posiblemente,  se pudo contar con la oportuna dispensa papal y ¿sería posible que el magistrado del Constitucional, Rodríguez Arribas, se esté refiriendo a este carácter distintivo y que le preocupe que se posibilite el matrimonio consanguíneo sin la oportuna dispensa?

Dejando a un lado dislates de este porte, y por los que parece que además pagamos un buen dinero, la realidad es que las cosas acaban llegando. Cuesta pero llega. Hay llanto, rabia, dolor, impotencia y lucha diaria, continua.

El mundo está lleno de pequeñas peleas en las que lo jugado es algo fundamental en los Derechos Humanos: la Igualdad.

En España somos unos privilegiados si la mayor crítica que alguien puede hacer al amor entre personas es que se comportan como la Casa Real española.
En otros países aun se acosa, se persigue y se mata a los diferentes, a los albinos, a las mujeres, a los maricones, a...

Pero la victoria que para todos nosotros representa la sentencia del TC no nos debe hacer perder la fuerza ni el empuje.

Aún quedan muchos rincones donde el hombre sigue persiguiendo al hombre por su orientación sexual.
Y aquí, es este país nuestro donde tanto hemos progresado, el odio, el miedo a la igualdad, permanece agazapado en más rincones de los que creemos. Y sí, se trata diferente a un homosexual de un heterosexual.

Aun se nos niegan las prestaciones por nacimiento de hijo, que obtienen sin problemas otros matrimonios o parejas. Aún hay que luchar por la escolarización en iguales condiciones que nuestro vecino de puerta. Aún hay que hablar y explicar y volver a contar que somos tan normales como nuestro interlocutor.

Dentro de 20 años, cuando nuestros hijos sean los que vayan peleando por el mundo, espero que hayamos sido capaces de mejorarlo. Por ellos. Por un mundo mejor, diferente y, sí, mas justo.

Verano en las playas de Almería. Mi hijo corretea entre las mesas. Es la hora de la cena. La gente ya lo conoce y lo llama por su nombre. El señor gris y oscuro se aproxima y el niño le da la mano para jugar. Ríen. Poco después el señor se acerca a la mesa y habla. “Tenéis un hijo precioso, felicidades” Sonrío. Doy las gracias. El señor se va su mesa, a cenar con su familia. Y yo me doy cuenta que no es tan gris y que si está oscuro es por el tono moreno de su piel.

Levanto mi jarra de cerveza y brindo con mi marido. “Por nuestro hijo”.
La luna brillante rutilante, llena, espléndida. Mi hijo la mira y grita entusiasmado: “nunah, nunah, nunahh”.

Si, ha sido buen verano.

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