Es complicado mantener la concentración en
el trabajo cuando el teléfono te notifica constantemente las actualizaciones en
tus redes sociales. Suelo tener esas notificaciones en silencio durante las
horas de oficina, pero estos días requieren que todas y cada una de las
familias de SNH estemos atentos y seamos más activos que nunca. Nos va mucho en
ello. [...]
Desde hace una semana mi marido y mis dos
hijas -por supuesto, nacidas por gestación subrogada- están en el pueblo.
El primer curso escolar de Gadea y Olivia está a punto de terminar, y un
paréntesis de una semana para ganar experiencia de vida resultará mucho más
provechoso.
Cada noche, espero con ansia la llamada
nocturna de mi marido contándome qué tal han ido las cosas por Araúzo. El único
momento del día en que podemos hablar pausadamente sin que el ritmo del día y
las tareas acumuladas nos interrumpan. Yo pregunto siempre lo mismo.
Quiero saber todo lo que ha ocurrido en el día, qué han hecho, dónde han ido, a
quién han visto, a qué han jugado.
Imagino una de esas escenas de juegos de
ese periodo de felicidad pre-vacacional.
- ¿Qué haces Gadea? -pregunta Olivia
al ver que Gadea tiene una pelota debajo de su vestido a la altura de la
barriga.
- Soy Norma -responde Gadea.
Me fascina lo hermoso de la naturalidad
con la que mis hijas se refieren a la mujer que las gestó, resultado de
las explicaciones (hasta ahora simples y adaptadas a su edad) acerca de
su origen. Explicaciones, que muchas veces llegaron sin que ellas preguntaran.
Su origen y su historia son suyos, nosotros simplemente el instrumento que les
llevará a conocerlo. Igual que el resto de cuidados físicos y psíquicos que
ellas necesitan, hemos asumido con especial dedicación e interés esta tarea.
Contarles como vinieron al mundo, es contarles la historia de una victoria, la
nuestra personal: la de sus padres.
Pienso en Norma, una mujer luchadora que crio
a su hijo sola, mientras estudiaba la primera de sus dos carreras
universitarias para posteriormente abrirse paso en la vida. !Sola!, me repito a
mí mismo. Esta formadora de profesores se cruzó en nuestras vidas y las marcó
para siempre; nos dio lo que más deseábamos, lo que más queremos en este mundo,
nuestra preciosa familia. ¿Se puede ser más generoso? ¿Se puede ser más
feminista? Rotundamente ¡NO!.
Un sonido corto y seco del móvil me lleva
de vuelta a la lucha y aleja todos estos pensamientos de mi mente. Muchas
mujeres y muchos hombres se están dejando la piel -recurriendo a todos los
contactos políticos que puedan tener y batallando en las redes sociales- para
evitar que prospere una enmienda que ha surgido desde la Secretaria de Igualdad
del Partido Socialista y que llevará a la Comisión de Justicia del Congreso.
Si esta enmienda finalmente se aprueba, todo organismo físico o digital que
promueva la gestación subrogada podrá ser multado y silenciado. Esto incluye
clausura de locales y cierre de páginas web. ¿Me multarán por hablar de mi
familia? ¿me multarán por ayudar a otros a formar las suyas? ¿cómo alguien
puede pretender clausurar o cerrar familias?
!Quieren ilegalizarnos! ¡Quieren
invisibilizarnos por la fuerza! Estas personas con fines tan oscuros propios de
épocas pasadas no nos conocen, jamás se han encontrado con una familia como la
mía. Si eso hubiera ocurrido, la enmienda nunca hubiera sido redactada. Un baño
de realidad es la mejor cura para la ignorancia y el irracional rechazo que
ésta genera.
Ahora más que nunca tengo ganas de que me
vean la cara, que vean la cara de muchas de las personas (padres, madres, hijas
e hijos…) que han intentado silenciar, ocultar y maltratar. Quiero gritarles
con furia, con una fuerza de igual magnitud y dirección pero de sentido
contrario, a la ejercida sobre nosotros. Se acerca la manifestación
estatal del Orgullo LGTB, y es una buena ocasión para pavonearnos delante de
ellos (porque seguro que nos estarán observando) para pasear nuestro orgullo de
familia. Esto me recuerda que tengo que terminar y enviar a los foros de SNH la
presentación, contando con detalle cómo materializar nuestra presencia en el "Orgullo
2015". Para esto mismo, para materializarnos de nuevo el 4 de Julio en
Madrid en esa manifestación multitudinaria -como lleva ocurriendo un par de
años -, necesitaremos a las familias de SNH a las que no puedo más que
agradecer infinitamente que siempre estén ahí. !Infinitas gracias!
Javi Herraiz
Javier Herraiz es el
Secretario de la Asociación “Son Nuestros Hijos”
Gracias Javi por tu inmenso
trabajo
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